Después de ver a Doraemon
completamente adicto a este dulce japonés, cuando lo tuve al alcance
me vi en la obligación de probarlo.
Son dos bizcochos redondos (en japonés
Kasutera) con un relleno de pasta de judía o de castaña. El de la
foto además tenía sabor limón y, para mí, mejora mucho su sabor,
ya que encuentro el original un poco empalagoso.
Lo compré en una tienda de dulces
orientales cerca de Leicester Square, en Londres.
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