Hicimos una visita al Lidl una de estas
semanas que traen muchos productos orientales. Además de otras cosas
que ya he enseñado o que pronto haré, me permití un capricho más,
y lo veo como un capricho, porque es un poco muy
caro para ser una infusión.
Pero es que la caja es tan bonita, la
presentación, las 6 bolitas en su cuadrícula. El nombre es muy
grandilocuente: bolas chinas doradas de la fortuna.Y cuando la abres
está decorada con motivos de dragones por dentro. Las instrucciones
dicen que es como una infusión. Hay que poner la bola en un cacharro
y echarle como medio litro de agua hirviendo y dejar 5-7 minutos.
Una vez lo echas, la bola se abre y es
como una flor con algo de hierbajos. Necesita mucho rato para coger
un pelín de color. Y deja un sabor... similar al del agua de
borrajas. Realmente al verlo parece que has cogido unos hierbajos del
parque y los has echado al vaso, y sabe parecido. No tiene un sabor
bueno, ni siquiera especialmente memorable. Le puse un poco de
edulcorante y me pude acabar el vaso, incluso había momentos que
tenía su gracia. Pero creo que eso me pasaría si le echo suficiente
edulcorante a la infusión de cualquier planta. Lo peor de todo es
que todavía me quedan 5 bolas más.
Me han preguntado por sus propiedades, y entonces se me ha ocurrido mirar la composición. Y dice que es 99% té verde y 1% flor de caléndula. No se esa proporción si está muy bien estudiada, pero entonces se supone que los hierbajos son el té verde, en salvaje y la flor es Caléndula, aunque Caléndula blanca es una Margarita, así que se parece bastante a lo que decía, coger unas flores del campo y hacer infusión. El té sabemos para qué sirve y la Caléndula pues dicen 1000 propiedades, entre las más creíbles que es antiinflamatorio y bueno contra el acné. Pero al 1% que dice la caja, tampoco...
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