En la entrada sobre el Tahineh
prometí hacer otra con la receta del Hummus. Y aunque me ha costado
un tiempo, al final voy a cumplir.
El Hummus es un plato oriental, de
origen árabe, pero que se toma en buena parte de países
mediterráneos como Grecia o Chipre también. Es básicamente puré
de garbanzos, y se puede utilizar como guarnición para untar en pan
(normalmente de pita), o para untar palitos de pan, nachos (totopos)
o “crudités”, es decir trozos de verduras crudos como zanahoria,
pimiento en tiras, apio, pepino... Parecido a lo que haríamos con
queso de untar.
La receta que voy a dar es mi
adaptación básica de la receta que me dio mi hermana para hacerlo.
Uso un bote de garbanzos ya cocidos, que trae 400 gr escurridos, en
mi caso del mercadona, pero creo que la mayoría de supermercados
tienen botes similares. Los hecho en un vaso batidor, con el agua que
trae y todo (hay gente que para que les quede más fino, le quita la
piel a los garbanzos, pero me parece un coñazo). Zumo de un limón
(el mio era pequeñito, pero cada cual...), una cucharadita de sal
pequeña, ajo y medio o dos, dependiendo del tamaño, dos cucharadas
de Tahineh, dos cucharadas de aceite de oliva, y las especias: yo uso
pimienta y comino. Se bate todo con la batidora y ya está. Bastante
sencillo, lo más jodido puede ser encontrar el Tahineh, pero
teniendo los ingredientes se hace muy rápido.
Yo uso comino, que es muy habitual,
pero se pueden usar otras especias o hierbas como cilantro o tomillo.
Y lo he hecho de sabor neutro, que está muy bueno, pero se pueden
echar algún ingrediente más para darle sabor, por ejemplo:
aceitunas, pimiento de piquillo, aguacate, remolacha... Recomiendo
cogerle el punto al normal y luego ir probando cada vez que lo
hagamos a echar algo a ver qué tal queda.
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