jueves, 31 de julio de 2014

Refresco de hierbas JiaDuoBao

Esas cosas que tú comes se va a transformar en esas cosas que tú bebes en algunas entradas.



En una tienda china de Tetuán en Madrid, tienen muchas cosas de importación, me encanta dar una vuelta y mirar cosas que no conozco. Y esta vez cayeron un par de bebidas. La primera fue una bebida de hierbas, exactamente un “Herbal tea Jiaduobao”. Resulta que lo de Jiaduobao no es el tipo de té, sino la marca, aunque se ve que por problemas de marca es en realidad de la marca Wong Lo Kat.

Tiene un lema cojonudo en el lateral de la lata: Authentic Herbal Tea by JiaDuoBao Reprensetative Product of National Intangible Cultural Heritage. Ahí es nada. Y hablando de la lata, no es una lata como puede ser una de coca cola, sino que parece más a una lata de conservas, pesa algo más, no te das cuenta si está llena, pero cuando está vacía parece que le quedase todavía un culo.



La bebida es como una infusión azucarada, lo más parecido es un Lipton, pero muy azucarado. Es suave, y frío está bastante bueno. Repetiría.

Copio los ingredientes, porque uno me ha hecho gracia: Water, Sugar, Mesona, White Frangipani, Microcos, Chrysanthemum, Japanese Honeysuckle, Heal-all (Prunella Vulgaris), Chinese Licorice. Lo de Licorice del final no es un licor, es una hierba, pero me gusta mucho el “heal-all”, ¿no suena a objeto de juego de rol?. Dejo también un detalle de la tapa serigrafiada de la lata con letras chinas.


jueves, 24 de julio de 2014

Pollo con salsa Saté

Creo que es la primera vez que voy a decir que algo no me gustó. La salsa Saté o Satay, es una salsa china de cacahuete, que se usa en muchos países de Asia.



Es una salsa que me gusta mucho, con carne está muy buena y en restaurantes he tomado brochetas de pollo con salsa Satay que me ha gustado mucho. También he usado en casa salsa Satay de Vitasia, en una botella alta y me han salido platos ricos.

Así que tenía esperanzas en esta lata. Carne con una salsa que me gusta, un plato para abrir y calentar un día que andase mal de tiempo. Pero cuando lo abrí era una plasta marrón donde no se veía la carne. Esperé que se solucionase al calentarlo, pero no. Es lo sensación más parecida a comer comida de perro que he tenido en mi vida. Era una plasta de salsa, que para nada sabía a lo que yo conocía como salsa Satay, en la que tenías sacar trozos de carne escondidos como quien saca a un explorador de unas arenas movedizas en una película de aventuras de serie b.

martes, 15 de julio de 2014

Chicha morada

En la última entrada hablé del maíz morado. Y dejé pendiente mostrar qué hacía con él.

Al final he hecho chicha morada. Una bebida peruana. Y que me perdonen, porque seguramente la haya perpetrado. Es un refresco, aunque el aspecto sea de sangría, a lo que más se puede parecer es a una limonada.

Consiste en cocer el maiz morado con cáscaras de piña y manzana, membrillo, clavo y canela en rama en abundante agua. Como no encontré membrillo natural, le eché dulce de membrillo, y además me he pasado con el clavo. En serio, cuidado con el clavo, da mucho olor a la bebida y bastante sabor, hay que echar muy poquito, o directamente pasar de él.

Después se cuela, se deja enfriar y se echa zumo de limón y azúcar. La he servido con un poco de cáscara de limón, a simple vista parece sangría. Tiene un color morado oscuro casi negro, que toma tonos rojizos a la luz.

Tomado bien frío es parecido a tomar limonada, es dulce y refrescante, pero después deja un regusto bastante más fuerte. Ahora mismo todavía no se si me gusta o no. Tendré que tomar más vasos para decidirme.




Pero me alegro de haber probado este producto, ya que leo que en Perú su consumo es superior al de la coca cola. Así que es un producto muy importante allí, que ahora conozco.